La forma en la que pensamos el cuerpo determina la manera en que nos percibimos. Las referencias visuales que tenemos del cuerpo afectan a la manera en la que nos sentimos, percibimos el movimiento, interpretamos el dolor. Las palabras importan.
Así por ejemplo comúnmente hablamos de la caderas. No hay un hueso de la cadera. La cadera es una articulación que pone en contacto dos huesos. Los dos huesos son la pelvis y el fémur. Cuando la gente se rompe la cadera lo que se rompe es la cabeza del fémur. Decimos cadera todo el rato porque es mas fácil y está bien, pero quizás pensarla como ese lugar de contacto entre el fémur y la pelvis nos ayude a movernos, sentirnos más y mejor.